Pues sí, cuando al final encuentras la casa de tus sueños y puedes financiar su compra, puedes llevarte una nefasta sorpresa final por no haber calculado bien el coste de todos los gastos que implica ese tipo de compras. Por ejemplo, son muchos los aspirantes a nuevos propietarios que se olvidan del coste del notario.
Para empezar, mejor que tengas claro que este gasto de notaria no es de los que se pueden evitar. Si al final vas a tener que recortar, no será por aquí. Un contrato de compra-venta de una vivienda requiere de un testigo que ratifique que ambas partes contratantes son conscientes del acuerdo que firman. Básicamente, esto es lo que hace el notario, según lo que determina la legislación vigente en nuestro país.
Lo más normal, además, es que firmes dos contratos: el de la compra y el de la hipoteca. Son dos, por tanto, las escrituras públicas que tendrás que afrontar. El precio de esta gestión es proporcional al de la vivienda, aunque lo normal es que la de la hipoteca sea unos 100 euros más cara que la de propiedad.
Para orientarte, piensa en tarifas de unos 400 euros por una vivienda de 150.000, y 500 para su escritura de hipoteca. Pero, cuidado, porque esto depende del notario. Y, lo más habitual es que las entidades financieras impongan el que trabaja siempre con ellas. No dejes de consultar este tema cuando estás buscando dónde firmar tu hipoteca. Otros aspectos que influyen en el precio del notario son el número de copias o la tasación, la gestoría y la inscripción en el Registro de la Propiedad.
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